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Nematoda

Conocidos también como gusanos redondos, los nematodos constituyen una gran parte de la diversidad de animales que habitan el planeta, surgieron hace aproximadamente 550 millones de años y han establecido asociaciones biológicas con animales, bacterias, hongos y plantas, y aunque la gran mayoría de las especies son de vida libre, una parte importante han adquirido la capacidad de asociarse estrechamente con otros organismos. Particularmente, las especies consideradas parásitas han sido más estudiadas debido a su importancia médica (Ascaris lumbricoides, Enterobius vermicularis y Ancylostoma duodenale), veterinaria (Haemonchus contortus, Strongylus vulgaris y Heterakis gallinarum) y agrícola (Meloidogyne incognita, Pratylenchus penetrans y Rotylenchulus reniformis), no obstante una de las especies más conocidas es Caenorhabditis elegans, el cual ha sido usado como organismo modelo en diferentes campos de estudio de la biología animal.

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Los nematodos se caracterizan principalmente por tener un cuerpo cilíndrico, cubierto cutícula secretada por la epidermis y compuesta en un 80% por proteínas similares al colágeno, a diferencia de la presente en los artrópodos, compuesta en su mayoría por quitina; hasta donde se sabe, son dos las características consideradas sinapomofías de los nematodos: una proteína relacionada a la movilidad espermática conocida como proteína espermática principal o MSP  por sus siglas en inglés, así como los anfidios, estructuras sensoriales presentes en la región anterior del cuerpo. No obstante, su morfología es muy diversa, además de los anfidios cuentan con fasmidios que también son órganos sensoriales, pero se localizan en la parte posterior, también presentan papilas localizadas principalmente en la región oral, que suelen ser de importancia taxonómica. El aparato digestivo de los nematodos  es completo, y cuentan con diversas estructuras bucales tri-radiadas como labios y dientes. Además, tienen un sistema excretor tubular (frecuente en las especies parásitas) o conformado por glándulas excretoras (renetes, mayormente representados en grupos de vida libre). Su sistema nervioso está conformado por un anillo nervioso ganglionar a partir del cual se proyectan dos cordones nerviosos que recorren el cuerpo. Son dioicos, la hembra suele ser más grande que el macho, el cual puede tener una o dos espículas en su extremo posterior. Presentan ciclos de vida directos o indirectos, donde pueden participar hasta cuatro estadios larvales, en los cuales la tercera larva es la infectiva.

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