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Dypilidium caninum 1 m.jpg

Dipylidium caninum (Linneo, 1758)

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Nombre común: Tenia del perro.                                      

Hospedero (s): Perro (Canis lupus familiaris)

Microhábitat: Intestino

Colectado por: Alejandro Cruz Reyes

Identificado por: Alejandro Cruz Reyes

Localidad de colecta: Ciudad de México

Número de catálogo: 4938 y 6151

Generalidades

Uno de los parásitos más comunes en los perros domésticos es el cestodo Dipylidium caninum, también conocido como “tenia del perro”. Dipylidium caninum es un cestodo blanquecino, relativamente pequeño (mide entre 20 - 75 cm de longitud por  2-3 mm de ancho). Tiene la apariencia de un listón largo y delgado (Casasbuenas, 2005; Ayala-Rodríguez et al., 2012;  Uribarren, 2016 ). Su estróbilo consiste en proglótidos provistos de dos poros (Ayala-Rodríguez et al., 2012). Los proglótidos inmaduros son más anchos que largos, mientras que los grávidos son más largos que anchos, de bordes convexos y se asemejan a semillas de pepino. Su útero está fragmentado en cápsulas que contienen cada una entre 8 a 16 huevos de forma esférica (Casasbuenas, 2005; Ayala-Rodríguez et al., 2012).

Presenta un escólex pequeño, romboidal, con un diámetro transverso de 250 a 500 micras, con cuatro ventosas ovales, profundas, además de cuatro coronas de ganchos en forma de "espinas de rosal" y un rostelo mediano apical capaz de evaginarse 185 micras o invaginarse totalmente dentro del escólex. El rostelo está armado con 1 a 7 círculos de espinas, los cuales varían dependiendo de la edad; su cuello es corto y delgado (Neira et al., 2008). REVISAR NUMERO DE CORONAS

Los huevos son esféricos, con cubierta delgada, hialina, con de una tonalidad rojo ladrillo y miden entre 25-40 micras de diámetro; presentan ganchos delgados que miden cerca de 15 micras (Neira et al., 2008). 

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Otros hospederos

El parásito adulto se localiza habitualmente  en el intestino de perros, gatos, zorros, jaguares y hienas, entre otros carnívoros; constituyen sus hospederos intermediarios pulgas de las especies Ctenocephalides canis, C. felix, Pulex irritans, y el piojo del perro, Trichodectes canis. En el ser humano la infección es accidental (Torres et al., 2000; Casasbuenas, 2005; Neira et al., 2008; Ayala-Rodríguez et al., 2012).

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Taxonomía y filogenia

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Clasificación taxonómica

Phylum Platyhelminthes Gegenbaur, 1859 

Clase Cestoda Rudolphi, 1808

Orden Cyclophyllidea van Beneden in Braun, 1900

Familia Dipylidiidae Stiles, 1896

Género Dipylidium Leuckart, 1863

Especie Dipylidium caninum (Linneo, 1758) Leuckart, 1863                          

 

La familia Dipylidiidae está incluida en el Orden Cyclophyllidea, al que pertenecen 48 géneros incluyendo a Dipylidium, al que se asocia sólo una especie: D. caninum; ésta representa el parásito intestinal que más afecta a perros a nivel mundial y que ha adquirido mucha relevancia por su capacidad de parasitar accidentalmente al hombre. Esta especie ha sido registrada no solo en perros, sino también en gatos domésticos; además, existe un registro de Dipylidiidae gen sp., parasitando al lobo ibérico (Canis lupus signatus) como parte de su helmintofauna.

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Ciclo de vida

Dipylidium caninum  presenta un ciclo de vida indirecto, es decir, requiere de un hospedero intermediario para llegar al definitivo. Las pulgas de los géneros Ctenocephalides  y Pulex, o el piojo Trichodetes canis son los hospederos intermediarios  para este cestodo (Neira et al.,  2008).

El ciclo inicia cuando el perro infectado arroja las porciones terminales del gusano (segmentos grávidos) que contienen huevos, los cuales se desarrollan en el suelo hasta ser ingeridos por las larvas de pulgas (Devera y Campos, 1998). Estos huevos eclosionan dentro del hospedero y migran a la cavidad hemolinfática, donde se desarrollan larvas cisticercoides (fase infectiva) (Ayala-Rodríguez et al., 2012).  El ciclo se cierra cuando el perro ingiere la forma larvaria del parásito contenida en la pulga, principalmente al momento de rascarse o lamerse en zonas previamente picadas por pulgas. En el caso de los humanos, éstos adquieren el parásito cuando accidentalmente ingieren el hospedero intermediario; la infección suele ocurrir de manera más frecuente en niños en etapa preescolar o en personas con estrecho contacto con sus mascotas (Casasbuenas, 2005).

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Distribución geográfica 

D. caninum es una especie de distribución cosmopolita, siendo la Antártida el único lugar aún no registrado. 

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Epidemiología

A pesar de ser una parasitosis muy frecuente, sobre todo en perros, no se tienen estimaciones precisas sobre su prevalencia; la mayoría de los estudios a nivel mundial sobre D. caninum es en perros callejeros, sin embargo la prevalencia e intensidad pueden varían considerablemente de acuerdo con la localización geográfica y cambios en el clima (Rodríguez-Vivas et al., 1996). Por ejemplo, en México se ha reportado hasta en 60% de autopsias a perros de la calle y 52% en perros domésticos, mientras que en España se registró el 13. 2%,  en Brasil 0.7 % y en Chile de 2.2% en perros sin hogar. 

En el caso de los gatos,  a nivel mundial se estima que estén presentes en hasta el 40% de los ferales y 34% en los que tienen un hogar; para los animales silvestres como el zorro, se ha reportado en Italia (2.6%), Inglaterra (3.8%), Grecia (50%), Jordania (19.4%), Bélgica (0.9 %) y en España (5.5%).

Para el caso de la infección en humanos, sus reportes son considerablemente menores y se han realizado principalmente en Estados Unidos, África, Argentina, Australia, Chile, China, Guatemala, India, Japón y Filipinas, cerca del 90.0% registrado en niños, y cerca de un tercio de ellos corresponde a lactantes de 6 meses de edad. En México, se desconoce la prevalencia en perros y por consecuencia, no se sabe con exactitud el número de personas que presentan la parasitosis, ya que no se considera una enfermedad grave dentro de la salud pública en el país (López et al., 2006; Neira et al., 2008; Minnaganti, 2014) A pesar de que la dipilidiosis afecta a un reducido número de personas, su presencia en nuestras mascotas es una señal de alerta, pues tener animales de compañía representa un compromiso moral con ellos, para ofrecerles condiciones adecuadas para su supervivencia y estar al pendiente de su estado de salud, evitando que contraigan enfermedades infecciosas que potencialmente afectan a sus dueños. 

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Patología

Dipilidiosis es el nombre que recibe la enfermedad causada por el cestodo Dipylidium caninum, cuya infección suele ser asintomática y la carga parasitaria relativamente baja en la mayoría de los casos, en comparación con otras parasitosis causadas por cestodos. Pacientes humanos dipilídicos han reportado haber  presentado anorexia, falta de apetito, dolores abdominales, diarrea, reacción alérgica, irritabilidad gastrointestinal, prurito, urticaria y dolores en la región anal; sin embargo, éstos signos y síntomas se presentan en múltiples enfermedades, por lo que se descarta que sean útiles para el diagnóstico de ésta parasitosis. Lo mejor es, en caso de presentar alguno de ellos, consultar al médico. En el caso de los perros la presencia del estadio adulto se caracteriza clínicamente por problemas digestivos, diarreas, mala digestión y prurito en la región perianal, estas dependen del sexo, raza y condición física del animal (Rodríguez-vivas, 1996; Devera y Campos, 1998). 

El tratamiento para la Dipilidiosis en mascotas consiste en administración de praziquantel o albendozal el cual se administrara hasta la ausencia de síntomas y proglótidos en las heces del paciente (Casasbuenas, 2005; Uribarren, 2016)

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En los medios

Noticias​

- Los problemas de las mascotas tras el verano. Septiembre, 2017. En línea

http://www.abc.es/sociedad/abci-problemas-mascotas-tras-verano-201709061849_noticia.html

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Vídeos

- ¡Ojo con las pulgas!

http://elmeridianodecordoba.com.co/vida-hoy/item/73359-%C2%A1ojo-con-las-pulgas

- Dipylidium caninum

https://www.youtube.com/watch?v=CzdhZQiRmic&list=PLOTvJbaJ0IrxjcoS1LHeeOo6YO8QQRz6e&index=3

- Dipylidium caninum proglottid 

http://www.dailymotion.com/video/x31rmcv

 

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Artículos de interés.

-Sahin, I, Kôz, S., Atambay, M., Kayabas, U., Piskin, T. y Unal, B. 2015. A rare cause of diarrhea in a kidney transplant recipient: Dipylidium caninum. Transplantation Proceedings 47: 2243-2244

-East, M. L. Kurze, C., Whilhelm, K:, Benhaiem, S. y Hofer, H. 2013. Factors influencing Dipylidium sp. infection in a free-ranging social

carnivore, the spotted hyaena (Crocuta crocuta). International Journal for Parasitology Parasites and Wildlife 2: 257-265 https://doi.org/10.1016/j.ijppaw.2013.09.003

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Pregúntale al Maestro Rafa

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En mi casa tenemos un perrito que siempre se rasca ¿Tiene Dipylidium caninum?

-NO necesariamente. El que los perros se rasquen continuamente es una de las maneras de saber si un perro tiene o no pulgas, pero ello no garantiza la infección por este cestodo; sin embargo, sí aumentan las posibilidades de que esté parasitado. Lo mejor es que lo lleves con su veterinario, para que le hagan un diagnóstico más preciso.

 

Si mi perro sólo arroja pedacitos de gusano, ¿Cómo puedo saber si el parásito que tiene es Dipylidium caninum o cualquier otro cestodo?

-La mejor manera de saber con precisión qué especie de parásito tiene un animal, es mediante un estudio particular de su morfología, el cuál se lleva a cabo a través de la revisión de ejemplares adultos que suelen ser difíciles de obtener de una muestra de materia fecal, puesto que como dices, la mayor parte de las veces, son expulsados sólo los proglótidos terminales. Sin embargo, en el caso de D. caninum, la forma ovalada de sus segmentos (parecidos a una semilla de calabaza), pueden ayudar a una identificación inicial. En muchos laboratorios de diagnóstico parasitológico, existen claves taxonómicas que describen la morfología de los individuos adultos, larvas y huevos, que facilitan la identificación de los helmintos.

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Mi perro fue diagnosticado con Dipilidiasis, ¿mi familia y yo podemos estar infectados?

-¡SI! Es muy importante que si existe un diagnóstico veterinario sobre este parásito, tú y tu familia se realicen algunos estudios. La presencia en tu perro de este cestodo, indica que las pulgas o piojos que lo infectaron, pueden estar presentes en su ambiente y ser ingeridas de manera accidental por ustedes.

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Bibliografía recomendada

  • Casasbuenas, P. 2005. Infección por Dipylidum caninum. Asociaciones Colombianas de Gastroenterología, Endoscopia digestiva, Coloproctología y Hepatología 20 (2): 86-89

  • Milani-Araujo J., J. V. de Araújo, F. Ribeiro-Braga, R. Oliva-Carvalho & S. Rodrigo-Ferreira. 2009. Activity of the nematophagus fungi Pochonia clamydosporia, Duddingtonia flagrans and Monacrosporium thaumasium on egg capsules of Dipylidium caninum. Veterinary Parasitology. Volume166, Issues 1-2, 86-89 pp.

 

Referencias

  •  Ayala-Rodríguez I., I. Doménech-Cañete, M. Rodríguez-Llanes & A. Urquiaga-Gardentey. 2012. Intestinal parasitism with Dipylidium caninum. Revista Cubana de Medicina Militar. Volume 41, Issue 2. 191-194 pp.

  • Casasbuenas, P. 2005. Infección por Dipylidum caninum. Asociaciones Colombianas de Gastroenterología, Endoscopia digestiva, Coloproctología y Hepatología 20 (2): 86-89

  • Devera R. & F. Campos. 1998. Dipilidiasis humana. Revista Biomédica. Volumen 9. 44-45 pp. http://www.cirbiomedicas.uady.mx/revbiomed/pdf/rb98918.pdf

  • Dwight D.,C.M. Hendrix, D.S. Lindsay, S. Barr. 2002. Feline clinical parasitology. Wiley-Blackwell. 206 pp.

  • Jiang, P., Zhang, X., Dan Liu, R., Qua Wang, Z. y Cui, J. 2017.  A Human Case of Zoonotic Dog Tapeworm, Dipylidium caninum (Eucestoda: Dilepidiidae), in China. Korean Society for Parasitology and Tropical Medicine 55 (1): 61-64

  • López J., K. Abarca, P. Paredes & E. Inzunza. 2006. Intestinal parasites in dogs and cats with gastrointestinal symptoms in Santiago, Chile. Revista Médica de Chile. Volumen 134, Número 2. 193-200 pp. http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872006000200009&lng=en&nrm=iso&tlng=en

  • Minnaganti V. R. Dipylidiasis. Emedicine. Online: http://emedicine.medscape.com/article/216184-overview. Actualización: 2014.

  • Neira P., L. Jofré & N. Muñoz. 2008. Dipylidium caninum infection in a 2 year old infant: case report and literature review. Revista Chilena de Infectología. Volume 25, Issue 6. 465-471 pp. http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0716-10182008000600010&script=sci_arttext

  • Rodríguez-Rivas R., M. Bolio-González, J. Domínguez-Alpizar, J. Aguilar-Flores & L. Cob-Galera. 1996. Prevalencia de Dipylidium caninum  en perros callejeros de la Ciudad de Mérida, Yucatán, México. Revista Biomédica. Volumen 7. 205-210 pp.

  • Torres. J., M. Segovia, J. Miquel, C. Feliu, L. Llaneza & F. Petrucci-Fonseca. 2000. Helmintofauna del lobo Ibérico (Canis lupus signatus Cabrera, 1907). Aspectos potencialmente útiles en mastozoología. Galemys, Número 12. 11pp.

  • Rodríguez-vivas, R. I., Bolio-González, M. E:, Domínguez-Alpizar, J. L., Aguilar.Flores, J. A. y Cob-Galera, L. A. 1996. Prevalencia de Dipylidiu, caninum en perros callejeros de la ciudad de Mérida, Yucatán, México. Revista Biomédica 7: 205-210

  • Uribarren-Berruta, T. 2016. Dipylidiosis o Dipilidiasis. Departamento de Microbiología y parasitología, Facultad de Medicina, UNAM. Consultado en: http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/dipylidiosis.html

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