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Necator americanus (Stiles, 1902)

 

Nombre común: Uncinaria

Hospedero: Hombre (Homo sapiens)

Microhábitat: Intestino.

Colectado por: Eduardo Caballero y Caballero

Identificado por: Eduardo Caballero y Caballero

Localidad de colecta: Veracruz, Veracruz

Número de catálogo: 6471

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Generalidades

Nematodos de forma cilíndrica y color blanquecino. Presentan dimorfismo sexual. Las hembras miden entre 9 a 11 mm de longitud, se caracterizan por su cápsula bucal, subglobulosa, con la parte posterior roma; vulva localizada en el tercio medio del cuerpo;  los machos miden de 7 a 9 mm de longitud, presentan dos espículas alargadas las cuales se unen adquiriendo la forma de un anzuelo, además de una bolsa copulatriz alargada (Escobedo, 2001; Bogitsh et al., 2005; Gállego-Berenguer, 2006; Romero-Cabello, 2007) 

Una de las principales características que permiten su diferenciación con el nematodo Ancylostoma duodenale es la presencia de 2 pares de placas cortantes de forma semilunar en el interior de la boca, mientras que A. duodenale presenta dos pares de "dientes" (Escobedo, 2001; Uribarren-Berrueta, 2016)

Sus huevos son ovalados y miden entre 64- 76 micas de largo por 36 a 40 micras de ancho, se encuentran envueltos sobre una membrana transparente y delgada (Escobedo, 2001; Bogitsh et al., 2005; Gállego-Berenguer, 2006; Uribarren-Berrueta, 2016)

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Otros hospederos

Habita en el intestino delgado (duodeno y yeyuno) del ser humano. Se alimenta de la sangre y la mucosa intestinal (Despommier et al., 1995; Ángel et al., 2005;  Gállego-Berenguer, 2006)

Clasificación

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Phylum Nematoda 

Clase Chromadorea

Orden Rhabditida

Familia Ancylostomatidae

Género Necator

Especie Necator americanus 

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​Ciclo de vida

Presenta un ciclo de vida directo; sin embargo uno de sus estadios es de vida libre. El ciclo comienza con el individuo adulto, quien habita en el intestino delgado, donde copula. Después de la cópula, las hembras liberan los huevos, los cuales son llevados al exterior con la materia fecale. Una vez en en el suelo y dependiendo de las condiciones ambientales (temperatura óptima de 23 a 33ºC, humedad, y materia orgánica presente) se desarrollara entre uno a dos días la larva rabditiforme (Escobedo, 2001; Bogitsh et al., 2005; Tang et al., 2014). 

La larva rabditiforme es de vida libre y llega a medir hasta 270 micras, se alimenta principalmente de bacterias y materia orgánica, llegando a aumentar su tamaño conforme pasa el tiempo hasta alcanzar su segundo estadio larval. Posteriormente, se desarrolla a su tercer estadio larval, en donde deja de alimentarse y da origen a la larva filariforme, el estadio infectante (Escobedo, 2001; Bogitsh et al., 2005; Gállego-Berenguer, 2006). 

La larva filariforme se caracteriza por conservar una muda que lo rodea completamente como una vaina; esta vaina mantiene protegienda a la larva hasta que encuentre a su hospedero, al cual ingresara mediante una penetración transcutánea. Una vez dentro del hospedero, dejan su vaina y migran por los vasos sanguíneos o linfáticos hasta llegar al corazón, y de ahí a los capilares pulmonares. Ya en ellos, la larva accederá de los alveolos hasta la faringe para dirigirse al intestino delgado en donde se alimentará y reproducirá en un periodo de 3 a 4 semanas (Escobedo, 2001; Gállego- Berenguer, 2006; Romero-Cabello, 2007; Tang et al., 2014; Uribarren-Berrueta, 2016). 

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Distribución geográfica

​Se extiende por toda África Tropical en países como Nigeria (Adenusi y Ogunyomi, 2001), sureste de Asia en países como India, China, Japón y Filipinas, así como centro y sur de América, incluidas las Antillas (Hoagland y Schad, 1997; Gállego-Berenguer, 2006). En el caso del norte de América solo se tienen registros del sur y oeste de Estados Unidos (Hoagland y Schad, 1997; Bogitsh et al., 2005; Gállego-Berenguer, 2006).  Mayormente se encuentra en regiones tropicales y subtropicales, donde las condiciones de temperatura y humedad permiten el desarrollo del parásito; también se encuentra en zonas rurales o comunidades de escasos recursos donde no existe una correcta disposición de las materias fecales (Despommier, 1995; Hoagland y Schad, 1997; Escobedo, 2001; Romero-Cabello, 2007; Tamayo-Meneases et al., 2008; Tang et al., 2014). La zona endemica de esta parasitosis en Mexico se encuentra restringida a las costas del Pacifico y del Atlantico, asi como en la periferia de varios estados del SE (Lamothe-Argumedo y García-Prieto, 1988).

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Epidemiología

La epidemiología y prevalencia de la parasitosis causada por N. americanus se encuentra muy condicionada en zonas como una alta pluviosidad, clima cálido, además de suelos con gran cantidad de vegetación; sin embargo, no condiciona su ausencia en zonas templadas, únicamente reduce su incidencia, asimismo depende de la presencia de medidas sanitarias (Romero-Cabello, 2007; Peredo-Lazarte et al., 2012).

Como consecuencia de ello, tienen una prevalencia elevada, siendo la segunda enfermedad más importante en el mundo, con alrededor de 800 a 1,200 millones de personas parasitadas (Gállego-Berenguer, 2006; Romero-Cabello, 2007; Tamayo-Meneases et al., 2008) y anualmente con cerca de tres mil muertes causada por uncinarias, ya sea A. duodenale o N. amercanus (Ángel et al., 2005).

Los enfermos e individuos infectados a pesar de no mostrar sintomatología son un reservorio del parásito, siendo los niños y agricultores las personas más vulnerables de ser infectados o presentar una sintomatología grave; a su vez se ha observado que la prevalencia es mayor en el sexo masculino. (Gállego-Berenguer, 2006; Peredo-Lazarte et al., 2012; Kunudson-Ospina et al., 2016).

Dentro de las medidas de control y prevención que se recomienda implementar son desde mejorar y dar educación sanitaria, evitando de esta forma el fecalismo al aire libre y el saneamiento de zonas, explicar la importancia del uso de calzado ya sea durante las prácticas de cultivo o al caminar.  En España se observó que este último punto disminuye considerablemente los casos de infección, ya que diferentes trabajadores toman las medidas necesarias durante su jornada laboral (Escobedo, 2001; Bogitsh et al., 2005; Gállego-Berenguer, 2006).

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Patología

Necator americanus junto a A. duodenale son dos parásitos conocidos como uncinarias y causantes de la enfermedad unicinariasis (Lamothe-Argumedo y García-Prieto, 1988). La infección con N. americanus comienza con la penetración del gusano en áreas expuestas, mayormente en manos y pies, generando edemas, prurito y lesiones papulares y vesiculares pruriginosas, las cuales pueden desaparecer de manera espontánea en 2 semanas. En caso de una infección bacteriana el cuadro es más severo (Escobedo, 2001; Romero-Cabello, 2007; ). Durante la migración a lo largo de los órganos puede presentarse diferentes síntomas. A nivel pulmonar se ha reportado desde neumonía, tos, disnea, problemas bronquiales, fiebre hasta espasmos broncoalveolares; durante este cuadro se le conoce como síndrome de Loeffer (Escobedo, 2001; Knudson-Ospina et al., 2016).

En la fase intestinal los daños son directos y perduran más; éstos van desde dispepsia, naúseas, dolor abdominal y epigástrico, gastritis, úlceras duodenales, diarrea, problemas en absorción de nutrientes y como consecuencia de la ingestión directa de sangre de su hospedero, anemias leves a moderadas, palidez, pérdida del cabello y afectaciones en el desarrollo (Romero-Cabello, 2007). Los síntomas en cada fase pueden presentarse o no, se tienen casos de pacientes quienes refieren solo síntomas gastrointestinales (Knudson-Ospina et al., 2016) 

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El diagnóstico se hace mediante la revisión de heces, de las cuales se harán un conteo del número de huevos por unidad fecal pudiendo establecer el grado de infección. También se cuentan con otras pruebas desde estudios del duodeno, coprocultivos, o pruebas inmunológicas o  moleculares (Romero-Cabello, 2007; Tamayo-Meneases et al., 2008; Knudson-Ospina et al., 2016). 

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El tratamiento va desde la administración de fármacos como pamoato de prantel, mebendazol, ácido kaínico, albendazol, nitazoxnida, e ivermectina; las dosis dependen del grado de infección y edad del paciente (Romero-Cabello, 2007; Uribarren-Berrueta, 2016). 

 

En los medios

Noticias

- Furtado, F. 23/01/2014. Genoma del anquilostoma ayudará a encontrar fármacos. SciDev.net. En: https://www.scidev.net/america-latina/genomica/noticias/genoma-del-anquilostoma-ayudar-a-encontrar-f-rmacos.html

- De Oliveria-Andrade, R. 08/10/14. Brasil aprueba pruebas clínicas de vacuna contra parásitos. SciDev.net. En: https://www.scidev.net/america-latina/medicina/noticias/brasil-aprueba-pruebas-clinicas-de-vacuna-contra-parasitos.html

-  Pinhero, P. 07/03/2018. Anquilostomiasis - Transmisión, síntomas y tratamiento. mdsaude. En: https://www.mdsaude.com/es/2017/08/anquilostomiasis.html​

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Videos

Necator americanus ♂.En: https://www.youtube.com/watch?v=WyKh6Qg1Npw 

- Nematode - Necator Americanus. En: https://www.youtube.com/watch?v=MV9laOEF9r8

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Artículos de interés

- Aponte-Hernández, D., Méndez-Olulo, E., Fabián-Francisco, M., Polo-Tacanga, R., Domínguez-Paredes, W. y Escalante-Añorga, H.  2013. Detección de antígenos sanguíneos humanos del grupo ABO en larvas de Necator americanus incubadas en presencia de eritrocitos tipificados. Revista Científica de Estudiantes 1(1): 30-36. 

- Tao, Z., Wang, Y., Yu, S., Quin-Yi, Z., Liu, Y. y Li, S., 2018. Hookworm in the eye. The Lancet Infectious Diseases 18: 582 

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Pregúntale al Maestro Rafa

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Además de la forma de la boca, ¿Qué otras diferencias hay entre A. duodenale y N. americanus?

- Se tienen diferencias desde la forma del gusano hasta su locomoción dentro del hospedero, por mencionar de las más notorias están: A. duodenale es más grande (algunas hembras pueden medir hasta los 18 mm); además, en la parte posterior presenta un apéndice caudal​ y finalmente la  vulva se encuentra en el tercio posterior del cuerpo, caso contrario de N. americanus, en el que ésta se localizaba en el tercio medio del cuerpo. En cuestión de locomoción,  se ha observado que al moverse N. americanus presenta una forma incurvada de "S", mientras que en A. duodenale es en forma de "C".

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N. americanus es considerada como una uncinaria del Nuevo Mundo; sin embargo la mencionan como originaria de África ¿Cómo llegó a los demás continentes?

- Exactamente, se considera queN. americanus es una especie nativa de Africa; sin embargo, los primeros casos reportados ocurrieron en Estados Unidos. Se cree que su expansión territorial se debido al tráfico de esclavos y los desplazamientos masivos de la población. 

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¿Aproximadamente cuál es el número de parásitos que debe tener un paciente para considerar un estado de infección grave?

-De acuerdo con los datos clínicos se considera como 16,500 huevos y cerca de 500 gusanos para determinarla como intensa. Aunque se tienen datos de más de cien mil huevos y tres mil gusanos, lo que consideran como una infección extrema. 

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Bibliografía recomendada

  • Escobedo, Á. A. 2001. Capítulo 97. Ancyslotma y Necator. En:  Llop, A., Valdés-Dapena, Ma. M. y Zuazo, J. L., Microbiología y parasitología médicas. Tomo III. Ciencias Médicas 221-226 pp.​

  • Bogitsh, B. J., Carter, C. E. y Oeltmann, T. N. 2005. Human Parasitology. Elsevier. California 459 pp. 

  • Gállego-Berenguer, J. 2007. Manual de parasitología: morfología y biología de los parasitos de interés sanitario. Universidad de Barcelona. España 516 pp.  

  • Romero-Cabello, R. 2007. 156 Uncinarias. Microbiología y Parasitología Humana. Bases etiológicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias.  Médica Panamericana, México. 1563-15725 pp.

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Referencias

  • Adenusi, A. A. y Ogunyomi, E. O. A. 2003. Relative prevalence of the human hookwoorm species, Necator americanus and Ancylostoma duodenale in an urban community in Ogun State, Nigeria. African Journal of Biotechnology 2(11): 470-473

  • Ángel, R., Raad, J., Pérez, J. E., Marín, J. C. y Hoyos, J. C. 2005. Uncinariasis: Hallazago incidental durante CPRE. Revista Colombiana de Gastroenterología 20(1): 72-75

  • Bogitsh, B. J., Carter, C. E. y Oeltmann, T. N. 2005. Human Parasitology. Elsevier. California 459 pp. 

  • Brentlinger, P. E., Capps, L. y Denson, M. 2003. Hookworm infection and anemia in adult women in rural Chiapas, Mexico. Salud Pública de México 45(2): 117-119

  • Despommier D.D., Gwadz R.W., Hotez P.J. 1995. Hookworms: Necator americanus (Stiles 1902) and Ancylostoma duodenale (Dubini 1843). In: Parasitic Diseases. Springer, New York, NY

  • Escobedo, Á. A. 2001. Capítulo 97. Ancyslotma y Necator. En:  Llop, A., Valdés-Dapena, Ma. M. y Zuazo, J. L., Microbiología y parasitología médicas. Tomo III. Ciencias Médicas 221-226 pp.

  • Gállego-Berenguer, J. 2007. Manual de parasitología: morfología y biología de los parasitos de interés sanitario. Universidad de Barcelona. España 516 pp.  

  • Lamothe-Argumedo, R. y García-Prieto, L. 1988. Helmintiasis del hombre en México. Tratamiento y Profilaxis. AGT Editor, México, D.F. 1939 pp.

  • Hoagland, K. E. y Schad, G. A. 1978. Necator americanus and Ancylostoma duodenale: Life history parameters and epidemiological implications of two sympatric hookworms of humans. Experimental Parasitology 44: 36-49

  • Knudson-Ospina, A., Skantria-Salazar, Á., Tabares, J., Restrepo, C. A., Ruiz, M. Á. y López, M. C. 2016. Preservación de huevos de Necator americanus con acetato de sodio-ácido-formalina (SAF). Estudio en caso.  Revista de la Facultad de Médicina 65(29: 367-371

  • Peredo-Lazarte, A., Carpio-Dcheza, G. y Torrico-Rojas, M. C. 2012. Relación entre la presencia de anemia y la infección por uncinarias, en estudiantes del colegio "Ayopaya", Puerto Villarroel-Cochabamba. Revista Médico - Científica "Luz y Vida" 3(1): 21-26

  • Romero-Cabello, R. 2007. 156 Uncinarias. Microbiología y Parasitología Humana. Bases etiológicas de las enfermedades infecciosas y parasitarias.  Médica Panamericana, México. 1563-15725 pp.

  • Tamayo-Meneases, L., Yaniquez-Zuñagua, R. y Padilla-Sosa, L. 2008. Anemia severa causada por Necator americanus: Reporte caso. Revista Cuadernos 53(1): 52-55

  • Tang, Y. T., Gao, X., Rosa, B., Abubucker, S., Hallsworth-Pepin, K., Martin, J., Tyagi, R., Heizer, E., Zhang, X., Bhonagiri-Palsikar, V., Minx, P., Warren, W: C., Wang, Q., Zhan, B., Hotez, P. J., Sternberg, P. W., Dougall, A., Torres, S., Mulvenna, J., Sotillo, J., Ranganathan, S., Rabelo, E. M., Wilson, R. W., Felgner, P., Bethony, J., Hawdon, J. M., Gasser, R. B., Loukas, A. y Mitreva, M.  2014. Genome of the human hookwoorm Necator americanus. Nature Genetics 46(3): 261-269

  • Uribarren-Berrueta, T. 2016. Necatoriasis. Departamento de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina. Universidad Nacional Autónoma de México. En: http://www.facmed.unam.mx/deptos/microbiologia/parasitologia/necatorosis.html

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